Los abajo firmantes, atletas internacionales, atletas de alto rendimiento, atletas, jueces, aficionados y otros relacionados con el atletismo, nos dirigimos a ustedes a propósito de las competiciones de atletismo recientemente emitidas por TVE con el fin de manifestarles nuestro disgusto por el trabajo de sus comentaristas D. Gregorio Parra y D. José Luis González. No es nuestra intención atacar a unos profesionales, sino defender el prestigio de nuestro deporte y el trabajo de quienes lo practicamos. Creemos que el atletismo español ha hecho sobrados méritos para ser tratado con el respeto y el conocimiento suficientes para que los teleespectadores no reciban una impresión distorsionada y negativa de la realidad del atletismo español, cosa que, lamentablemente, vienen transmitiendo con frecuencia las personas arriba mencionadas. Aunque el descontento viene de atrás, nos limitamos a mencionar algunos de los hechos producidos en la transmisión de los recientes campeonatos de España celebrados en Jerez de la Frontera. Los señores González y Parra se permitieron abundantes comentarios hirientes respecto de ciertos atletas y sus resultados, incluso en casos de actuaciones destacadas. Insistentemente emitían juicios peyorativos sobre el nivel de varias modalidades, sin ahorrarse términos despectivos para vencedores o finalistas. Casi nunca reparaban en los abundantes casos de mejora de marcas personales ni tenían en cuenta ausencias debidas a lesiones u otros factores. No consideraban tampoco las condiciones meteorológicas extremas en que se han desarrollado las pruebas. Y pocas veces elogiaban en su justa medida los no pocos éxitos de varios atletas que han mejorado récords de los campeonatos, marcas de la temporada o récords regionales y de clubes. En muchos casos, estos comentarios se basaban en informaciones técnicas erróneas (marcas realizadas, condiciones del viento, etc.) y en datos no actualizados. Especialmente graves nos parecen sus epítetos despectivos hacia varios atletas jóvenes que mejoraron considerablemente su marcas personales o tuvieron una actuación meritoria en el campeonato. Es frecuente, y así ha ocurrido también en esta ocasión, que los comentaristas ni siquiera conozcan a los propios atletas, sus nombres, sus registros personales o su evolución atlética. Hemos oído con perplejidad cómo se identificaba erróneamente a los deportistas que aparecen en pantalla, cómo se inventaban falsos parentescos, cómo se desconocían los tiempos anteriores de cada uno (cosa que cualquiera puede consultar en el acto en internet), si habían o no sufrido lesiones, cómo se incurría en continuas confusiones acerca de lo que estaba ocurriendo en las pistas, etc. Por si esto fuera poco, las transmisiones se hacen en un tono cansino, apagado y aburrido que contrasta con el empleado por otros comentaristas de otros deportes en la misma cadena de televisión. Esta falta de entusiasmo y dinamismo, esta carencia de viveza, desdibuja el espectáculo deportivo y aleja la atención y el interés del espectador. | Omitimos la inacabable lista de errores, fallos, confusiones y torpezas que se suceden en todas la emisiones comentadas por estos señores. Muchas de ellas corren de boca en boca en el ambiente atlético como prueba jocosa de lo que consideramos una manifiesta incompetencia. Sabemos de varios profesionales con más conocimientos, habilidad, dominio del medio televisivo y afición al atletismo que cumplirían esta función infinitamente mejor, con los beneficios que ello reportaría para la buena difusión de nuestro deporte y para la propia calidad televisiva de las emisiones. Por ello sugerimos que, en bien del deporte, se tomen las medidas oportunas para corregir estas deficiencias.