Parece increíble que pueda haber tanta confusión en un deporte en el que casi todo es mesurable, En el atletismo gana el que más corre, salta o lanza, Los resultados son una parte esencial de la riqueza de este deporte, libre de interpretaciones subjetivas, como sucede en gimnasia o en cualquier juego (fútbol, básquet) en el que a veces es muy difícil estar seguro de la validez de un gol o, simplemente, distinguir al mejor. En especialidades como el atletismo. los números cantan y los sistemas de selección son, por ello, sencillos. Así lo entienden en Estados Unidos o en Kenia, al establecer los trials o pruebas de selección. EL SISTEMA no puede ser más simple: se seleccionan a los tres primeros en cada prueba. Sin excepciones. Todos los competidores conocen esta ley y a ella se remiten. Es un sistema muy radical, que no perdona. Recuerden que Carl Lewis hizo una mala salida y no se clasificó para los 100 metros de los Juegos de Barcelona de 1992, pese a su victoria y su récord del mundo en Tokio de un año antes. Pero la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ha resuelto cubrir en parte este tipo de injusticias , y ahora los campeones del mundo están invitados a participar en el siguiente Mundial sin pasar por ningún examen. Es el caso de los españoles Abel Antón y Niurka Montalvo, campeones en el Mundial de Sevilla de 1999, aunque el soriano ha rechazado la invitación y ha preferido despedirse del maratón el próximo 28 de octubre, en un duelo con Martín Fiz en Madrid. EN LOS PAISES menos dotados, atléticamente hablando, no hacen falta trials . Sucede lo mismo en España en la mayoría de especialidades. Pero en el caso de una prueba tan rica como es la de 1.500 metros, clasificar automáticamente a los tres primeros del Campeonato de España parece la solución más lógica y, seguramente, la que menos heridas produciría a los perdedores, si éstos ya están avisados. El sistema español de selección es complicadísimo y confuso, indescifrable para muchos: existe una figura, el atleta fijo (este año, para el Mundial de Edmonton, lo son los nueve finalistas en Sydney) que, al final, no es tan fijo si los demás corren tanto o más que él. Algunos de estos fijos corrieron este fin de semana en el Campeonato de España en Valencia sin saber muy bien a qué atenerse. Si preguntas a un mediofondista si tiene claro los criterios de selección, devolverá una carcajada como respuesta. REYES ESTEVEZ fue la víctima del pasado año, en una peculiar ceremonia de la confusión que se repite una y otra vez merced a una normativa que, en caso de duda –y siempre las hay–, resuelve en la práctica el máximo responsable de la Federación Española, José María Odriozola, a quien algunos ya han etiquetado como ´el presidente-seleccionador´. Esta noche pasada habrá tenido trabajo para decidir el equipo del Mundial.