Gezahne Abera devolvió la corona olímpica de maratón a Etiopía con su victoria sobre el keniano Eric Wainaina en la carrera que clausuraba los Juegos de Sidney, debatiéndose contra un viento que llegó a soplar a 35 kilómetros por hora en el accidentado circuito urbano. Etiopía, que ganó tres títulos olímpicos seguidos de maratón con Abebe Bikila (Roma´60 y Tokio´64) y Mamo Wolde (México´68), recuperó hoy la corona gracias a un atleta de 22 años que hasta el año pasado no disfrutó de un puesto entre los grandes con el salvoconducto de su victoria en Fukuoka (Japón) en 2.07:54. Abel Antón, campeón mundial en Atenas´97 y Sevilla´99 que compitió mermado de facultades por una lesión de rodilla, hizo un ejercicio de humildad y transmitió la imagen de la entereza en la derrota: llegó a la meta en el puesto 53 después de dos horas, 24 minutos y 4 segundos, sin ceder a la tentación del abandono. Cien corredores tomaron la salida a las cuatro de la tarde en North Sidney para recorrer el circuito de 42.195 metros por las calles más significativas de la ciudad. La temperatura (21 grados) y la humedad (18 por ciento) eran idóneas, pero el viento, que soplaba a 33 kilómetros por hora, molestaba mucho. Los atletas menudos como el español Martín Fiz, con peor relación aerodinámica-potencia que los más robustos, salieron perjudicados en la lucha contra el viento. El venezolano José Semprún y el botsuano Tiyapo Maso acapararon las cámaras en los primeros momentos. Los diez primeros kilómetros se cubrieron en 30 minutos justos y el grupo de favoritos estaba a 1:24 de Maso, que siguió solo en cabeza hasta el 25. Semprún había perdido terreno y fue alcanz